Por una Sevilla con futuro

Desde que asumí la presidencia de la CES tengo como principal objetivo defender los intereses de todos los empresarios de la provincia y, en especial, convertirnos en la voz de miles de pequeños y medianos empresarios y autónomos que esperan de nosotros que los apoyemos en unos momentos tan complicados como los actuales, exigiendo a los responsables políticos celeridad en las reformas que tienen que acometer, apoyo sin complejos para crear un clima propicio al desarrollo de la actividad empresarial y, sobre todo a la Administración autónoma, que asuma sus compromisos con los proveedores.

Presidente de la CES
Miguel Rus Palacios

Noticias como la paralización de las obras del metro, la incapacidad de las administraciones para hacer frente al pago de las deudas, los enfrentamientos políticos en asuntos de interés general, los recortes en todos los proyectos de infraestructuras, la imposibilidad de acceder a los canales financieros por parte del empresario y, lo que es peor, la sensación de desasosiego y apatía instalada en la sociedad, son frentes que tenemos abiertos y afectan en profundidad, no sólo a la actividad empresarial, sino al impulso de la actividad productiva.

Aun siendo conscientes de la necesidad de contener el gasto de nuestras administraciones, no es de recibo acudir a un recorte de la obra pública, generadora de empleo, y sí de aquellas partidas del presupuesto perfectamente prescindibles. Empresas públicas, fundaciones, observatorios, agencias, duplicidades… en estos organismos hay que entrar con las tijeras y eliminar por todas partes, menos en lo que significa el futuro, como son las infraestructuras.

Tenemos que hacer de nuestra ciudad un referente para el inversor, y ese fomento de la actividad empresarial ha de venir precedido por la firme voluntad de aplicar fórmulas que faciliten la labor del empresario, como verdadero impulsor del empleo y de la actividad económica.

Una situación general de crisis, tan duradera en el tiempo, está afectando indudablemente a todos los sectores empresariales; sin embargo, algunos más que otros, han entrado en una senda tremendamente preocupante, caso de la construcción y de los subsectores y empresas que dependen de una actividad tan dinámica y creadora de puestos de trabajo como esta.

El tiempo juega en contra de todos. El reparto de responsabilidades en toda esta situación debe ser encabezada por la Administración, en este caso de nuestra ciudad, por el Ayuntamiento, propiciando el desarrollo empresarial, sin exigir nuevos esfuerzos en materia fiscal, como ha venido haciendo en los últimos años con subidas tremendas en determinados impuestos y tasas que gravan enormemente la actividad empresarial (IBI, ICIO, etc.).

La colaboración con las administraciones ha de ser efectiva, mejorando los canales de comunicación que permitan dar solución a problemas que, en Sevilla, se vienen convirtiendo en eternos.

El mazazo que nos ha supuesto la paralización del proyecto de construcción de la red de metro, la ralentización extrema de la SE-40, son problemas de envergadura que desestabilizan cualquier  apreciación en positivo.

Aun entendiendo los problemas económicos para afrontar los proyectos y de las dificultades existentes para que las administraciones se embarquen en unas inversiones de ese calado, no es menos cierto que estamos a tiempo de plantear las infraestructuras futuras de la provincia, para evitar caer de nuevo en un error histórico y pecar de timoratos a la hora de hacer una planeamiento de alcance.

De nuevo se repite la historia y los sevillanos nos damos de bruces con la realidad de unas administraciones que anteponen los intereses políticos a los criterios razonables de compromiso y apoyo a la economía de una capital que, como Sevilla, viene sufriendo en los últimos años el castigo y el olvido en los Presupuestos de las administraciones estatal y autonómica.

No obstante todo ello, los empresarios seguimos apostando por nuestra provincia porque confiamos en nuestro gran potencial y porque estamos convencidos de poder salir adelante. Sólo pedimos que no se dificulte nuestra labor con actuaciones que en nada benefician ese esfuerzo inversor que estamos necesitando. Hay que tomar medidas que permitan el asentamiento de empresas en Sevilla, y que las existentes se consoliden. Ai

 

Miguel Rus Palacios

Presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES)

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