¡Cómo hemos cambiado… y lo que nos queda!

Iñigo Galán Cáceres

CEO de Inerzia Asesores Inmobiliarios

 20 años son muchos o pocos dependiendo del prisma desde el que se mire. 20 años es casi toda su vida para algunos de los que estáis leyendo este artículo. 20 años es, aproximadamente, la mitad de la vida laboral de una persona… de momento… 20 años es el tiempo que algunos de vosotros tardaréis aún en poder jubilaros. 20 años es el plazo en el que muchos de vosotros quisierais poder pagar una vivienda. 20 años es el tiempo que muchos jóvenes españoles van a tardar en poder comprarse una vivienda. 20 años no duran la inmensa mayoría de las empresas. 20 años no suele trabajar un empleado en la misma empresa. 20 años hace que salió al mercado la revista Andalucía Inmobiliaria. 20 años hace que colaboro con esta publicación. 20 años hace que conocí a Juan Hochberg, director de esta publicación durante muchos años. 20 años es el plazo que tardan en ver la luz algunos proyectos inmobiliarios. 20 años hace que trabajaba como Responsable de Expansión en Decathlon. 20 años hace que decidí dedicarme al apasionante mundo de la consultoría inmobiliaria. 20 años llevo dando gracias a Dios por haber tomado aquella decisión. 20 años llevo divirtiéndome y aprendiendo. 20 años tiene mi hija mayor.

El mundo ha cambiado y mucho en estos 20 últimos años. Seguramente, el mayor cambio experimentado de manera global ha sido el tecnológico. El avance tecnológico ha sido espectacular y, además, es imparable. A título de ejemplo, compañías mundiales conocidas por todos nosotros o no existían en 1999 o estaban recién creadas.

Google se creó en septiembre de 1998. Poco más de 20 años después es impensable que nadie en el mundo pueda decir que no conoce Google. Hasta las personas mayores saben cómo se escribe pese a ser una palabra difícil para muchos. Cuenta de Gmail tiene casi todo el mundo, sobre todo los jóvenes, y el uso de Google Chrome es casi generalizado.

Facebook se crea en 2004. Hoy en día tiene 2.271 millones de usuarios. Youtube se crea en 2005 y tiene 1.500 millones de usuarios. Whatsapp se crea en 2009 y tiene 1.500 millones de usuarios. Instagram se crea en 2010 y tiene 1.000 millones de usuarios. Twitter se crea en 2006 y tiene 326 millones de usuarios.

La inmensa mayoría de los que estáis leyendo utilizáis casi a diario una o varias de estas redes tanto para fines personales como profesionales. Es impensable que en el sector inmobiliario no utilicemos este tipo de soportes para dar a conocer nuestra empresa, nuestras propiedades, nuestros servicios o, simplemente, presentarnos a nosotros mismos. Las redes sociales son imprescindibles para vendernos, para dar a conocer nuestros servicios, para hacer networking, para que se acuerden de nosotros.

Pero no solamente ha cambiado el mundo tecnológicamente hablando. Conviene recordar un hecho histórico: el 1 de enero de 1999 se introdujo el euro en los mercados financieros mundiales como moneda de cuenta en 12 países, entre ellos, España, si bien no entra en circulación hasta el 1 de enero de 2002. El salario medio en España en enero de 1999 era de 220.128 pesetas, o sea, 1.323 euros.  A finales de 2018 el salario medio es de 1.889 euros al mes. Es decir, el salario medio ha crecido un 43% en 20 años, si bien hay mileuristas por todos lados. Hace 20 años el sueldo fijo que ofrecía mi empresa a un consultor inmobiliario junior era de 900 euros al mes. Proporcionalmente, y en lo que a salarios se refiere, estamos mucho peor ahora que hace 20 años.

El sector inmobiliario no ha sido ajeno a los cambios producidos en la sociedad aunque con sus particularidades específicas. Podríamos decir que 1999 es el comienzo de un buen ciclo inmobiliario que nos llevó a que, poco a poco, y hasta comienzos de 2007, viviésemos una especie de frenesí inversora. El dinero parecía que lo regalaban, las entidades financieras tenían el grifo abierto como si se hubiese roto una tubería, y los actores del sector inmobiliario pensábamos que eso no iba a acabar nunca. Pocos, por no decir nadie, pensaba que el precio de la vivienda iba a caer… pero siempre hay una primera vez. No es mi intención reabrir viejas heridas ni fustigar a los causantes de la crisis inmobiliaria y financiera pero todos deberíamos haber mirado ya hacia adentro y pensar qué pasó y, sobre todo, actuar para que no vuelva a ocurrir.

De las derrotas siempre se aprende más que de las victorias. Los que tenéis la suerte de ser deportistas sabéis muy bien de qué estoy hablando. El valor, el coraje, el sacrificio, el carácter…, se forjan en las derrotas, en los duros momentos. Cuando las cosas van bien todo son palmaditas, abrazos, halagos y mucho peloteo. El sector inmobiliario se parece mucho a la vida de los deportistas. Hoy estás arriba y mañana te quieren crucificar. Da igual que seas promotor, constructor, consultor, arquitecto…, da igual, hay muchos que nos detestan por el mero hecho de dedicarnos a tratar de crear riqueza, dar puestos de trabajo y ganar dinero. Eso de que ganemos dinero es lo que peor llevan algunos, especialmente una cierta parte de la política de nuestro querido país. No importa que arriesgues tus ahorros, que te endeudes, que sufras, que pases malos momentos…, si pierdes es que te lo tienes merecido por dedicarte al sector inmobiliario. Lo mejor de la crisis ha sido, sin duda, la selección natural que el mercado ha hecho. No todo el mundo sirve para trabajar en este sector, al igual que otros no valemos para trabajar en cualquier otro sector.

Afortunadamente, y nada es fruto del azar, puedo decir que, en mi caso, soy un privilegiado por haber sobrevivido y haber salido muy reforzado profesionalmente.  Pero mentiría si no dijese que he cambiado, todos hemos cambiado. Hace 20 años mi pelo era bastante oscuro, hoy es completamente canoso. Las entidades financieras han cambiado su manera de trabajar, su manera de abordar la financiación de proyectos. Han cambiado tanto que muchas han desaparecido. Los promotores tampoco son los mismos. ¿Dónde están Martinsa-Fadesa, Colonial o Reyal Urbis? Y, por centrarnos en Andalucía ¿Dónde están Expo-An, Gecovisa o Ávila Rojas? Estoy seguro de que si preguntamos a los responsables de empresas como Insur , Bekinsa o Salsa Inmobiliaria nos dirán que el sector ha cambiado …y tanto que ha cambiado. ¿Cuántos promotores conocemos que lleven 20 años “vivos” en el sector? Pocos, muy pocos.

La manera de comprar y vender viviendas también ha cambiado. Los tres principales portales inmobiliarios de España son Idealista, Fotocasa y Pisos.com. Idealista se crea en el año 2000, Fotocasa en 2003 y Pisos.com en 2009. Es decir, hace 20 años no podíamos vender o comprar las viviendas a través de las webs actuales. Y seguramente, dentro de 20 años tampoco compraremos y venderemos a través de ellos. O, cuando menos, habrá otras muchas maneras para hacerlo. Aunque muchos no sepáis aún lo que es, el proptech está cambiando la manera de trabajar en el sector inmobiliario, no podemos vivir ajenos a la innovación, a la tecnología aplicada al sector inmobiliario.

Hace 20 años, si querías comprar una vivienda tenías que ir a una agencia inmobiliaria o a una caseta de ventas de cualquier promoción. Allí te daban la información y te la llevabas en formato papel. Con suerte, te daban buenos planos de la vivienda en cuestión. Hace 20 años si querías comprar una vivienda paseabas por las calles en busca de carteles de particulares. Hace 20 años los conserjes de los edificios (cada vez quedan menos) eran quienes conocían lo que había a la venta. Hace 20 años había mucha menos competencia.

Hace 20 años, si querías vender una vivienda la anunciabas en el escaparate de la agencia, ponías un cartel cutre en la ventana de tu casa o montabas una caseta de ventas a pie de la promoción. Hace 20 años no se hacían vídeos de las viviendas. Hace 20 años no había infografías ni planos en 3D. Hace 20 años no teníamos redes sociales para dar a conocer nuestra oferta. Hace 20 años la competencia de las agencias inmobiliarias era muy local.

Otro de los cambios más significativos del mercado inmobiliario, en general, ha sido el del turismo residencial y vacacional. Y creo que esto no ha hecho más que empezar, no podemos ponerle puertas al campo por muchos que algunos se empeñen en hacerlo. La manera de viajar y de disfrutar de nuestras vacaciones ha cambiado por completo. Hace 20 años quienes viajábamos nos alojábamos en hoteles que nos recomendaba nuestra agencia de viajes. Si el presupuesto era limitado comprábamos periódicos y en la sección de anuncios por palabras buscábamos viviendas de particulares para pasar las vacaciones estivales. Hoy en día poca gente acude a una agencia de viajes para reservar un hotel y nadie compra un periódico para alquilar viviendas vacacionales. Las principales plataformas mundiales de alquiler vacacional no existían hace 20 años.

Airbnb, web líder mundial, fue creada en 2008. Hoy en día ofrece 5 millones de propiedades en alquiler en 65.000 ciudades de 198 países. La inmensa mayoría de nosotros se ha alojado o conoce a alguien que se ha alojado con esta plataforma.

Booking fue creada en 2000 y ofrece 85.000 destinos en todo el mundo. Casi cualquier establecimiento hotelero que se precie sabe que debe estar presente en Booking.

Homeaway fue creada en 2004 y ofrece más de 2 millones de viviendas vacacionales.

Tripadvisor fue creada en el año 2.000 y el 60% de los viajeros que reservan on line visitan esta web antes de reservar.

En España, la plataforma líder en alquiler de viviendas vacacionales es Rentalia, filial de Idealista. Fue creada en 2004 y ofrece más de 40.000 viviendas en varios países.  

Estamos obligados a modernizarnos, a reinventarnos, a adaptarnos a los cambios. Eso o morir. Y es esto lo que nos obliga cada día a formarnos, a leer, a aprender, a investigar. Hace 20 años no podíamos usar el manos libres en los vehículos. Hace 20 años no teníamos internet en casa. Hace 20 años no existía el tele-trabajo. Hace 20 años no podíamos trabajar desde un AVE o un avión. Hace 20 años no existían las tablets.

¡Cómo hemos cambiado…y lo que nos queda!. Ai

 

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